Cada una de las siguientes piezas teatrales fue escrita en momentos muy distintos de mi vida, pero todas están relacionadas por un denominador común. Cada una de estas obras fue mi forma de rendir homenaje a personas que estuvieron involucradas en acontecimientos maravillosamente extraordinarios. Los procesos creadores en la literatura dramática, representan formas de reaccionar a algo que resulta conmovedor para quien escribe. Esto podría traducirse como la inspiración. Resulta inspirador aquello que nos fascina, que nos conmueve y que nos motiva a dedicar horas interminables a escribir en soledad.
Los Kennedy, está inspirada en el levantamiento que lideraron los hermanos Kennedy contra la dictadura de Uriburu en 1930 en el pueblo de La Paz, en la provincia de Entre Ríos.
Parravicini está inspirada en una entrevista que dio el artista plástico argentino Benjamín Solari Parravicini popularizado como El Nostradamus argentino por Fabio Zerpa, periodista e investigador de fenómenos OVNI.
Los Autistas está inspirada en el video In my own language publicado en el año 2016 en la red social YouTube por la activista estadounidense del movimiento de la neurodiversidad, Amanda Mel Baggs.
El premio finalmente está inspirada en la vida y obra de la poeta, artista y docente argentina de psicología social, Marisa Wagner quien sobrevivió a varios manicomios.
No me extenderé en las biografías de cada una de estas personas, debido a que eso quedará en la curiosidad de cada lector y lectora. La revisión de este libro me llevó a reafirmar, una vez más, que cada proceso creador está íntimamente relacionado con el asombro, la curiosidad y el juego. Publico este libro de ficciones teatrales con la esperanza de que quienes lo lean puedan acercarse a diversas narrativas sobre los acontecimientos históricos que nos van conformando en nuestra identidad cultural. El proceso creador demandó mucho tiempo de investigación para transformar personas en personajes y acontecimientos en fantasías.
Podría considerarse que en este libro existe una zona de su narrativa, la cual conjuga estética y mitología, debido a la relación que existe en todas las piezas entre literatura dramática, acontecimientos históricos y leyendas. Podría decirse que todo mito en algún momento fue una leyenda, es decir una narración oral relacionada metafórica o materialmente con acontecimientos históricos. El escritor, actor y teórico francés Antonin Artaud exigía que el deber del teatro era justamente volver a crear mitos.
Las cuatro piezas aquí reunidas están inspiradas en hechos reales, pero son ficciones por lo cual se establece una relación entre la ficción y la realidad que queda plasmada en estas historias. Durante los diversos procesos creadores de las piezas que componen este libro me acompañaron algunas preguntas que me atrevo a compartir con quienes se dispongan a su lectura: ¿Cuándo empieza una leyenda?, ¿Cómo se propagan las historias? y ¿De qué manera una historia se convierte en una ficción?