Alan Robinson

Reseña de libro: El pensamiento indígena y popular en América

Rodolfo Kusch fue un filósofo, escritor y profesor argentino. Falleció a los 57 años dejando una vasta obra que se destaca en desarrollar una “filosofía del estar”, que puede describirse como los procesos para pensar la forma de estar-siendo en américa, como contraposición a la filosofía europea enfocada en pensar la identidad exclusivamente a partir del ser. En el año 1970 su obra “El pensamiento indígena americano” recibe el premio nacional de ensayo “Juan Bautista Alberdi”. Se edita ese mismo año y tres años más tarde publica la segunda edición con un renovado título “El pensamiento indígena y popular en américa”.

La obra de divulgación filosófica de Rodolfo Kusch fue reunida bajo el título de “obras completas” en cuatro tomos por la Fundación Ross como obra completa. Pero su filosofía empieza a obrar en américa en la primera década del siglo XXI cuando se empieza a dar a conocer mediante conversatorios en algunas universidades, centros culturales o centros de salud. Recién en el año 2022 Rodolfo Kusch recibe de forma póstuma un reconocimiento oficial del ministerio de cultura de Argentina, a modo de homenaje de su natalicio.

Quienes conserven el hábito de la lectura de ensayos en general y en particular sobre filosofía política, crítica cultural o antropología encontrarán en “El pensamiento indígena y popular en américa” un libro acerca de las diferencias y similitudes sobe pensar en la ciudad y en el campo.

En este libro es dónde el filósofo desarrolla todas sus ideas sobre el acervo conceptual del pensamiento indígena, en relación a una cosmovisión de la realidad asociada a lo fasto y lo nefasto. Su punto de partida es el reconocimiento de la cultura, incluida la diversidad lingüística, semántica y conceptual que hace diferente al pensar indígena del pensar ciudadano. El hallazgo de Kusch está en caracterizar las particularidades del pensar indígena, por lo que observa y no por el prejuicio urbano que suele asociarlo con la barbarie o el analfabetismo, como lo hiciera Domingo Sarmiento en su libro “Facundo”. El pensamiento ciudadano suele definir, desde el prejuicio al indígena por lo que le falta, lo prejuzga según sus propios estándares de capacidad, es decir desde una perspectiva progresista.

“El pensamiento indígena y popular en américa” se destaca por su desarrollo original de las diferencias entre la economía seminal y la economía colonizada. Quienes tengan interés en perspectivas económicas sobre las finanzas, el trabajo y la propiedad en la vida cotidiana, descubrirán un punto de vista original y renovador en los capítulos dedicados al pensamiento seminal en general y en particular sobre las finanzas seminales. Y quienes simplemente lean por curiosidad probablemente disfruten de la complicidad con el autor, sonriendo en más de una ironía que alivia el peso existencial que puede llegar a tener revisar nuestra forma de ser en la sociedad, como una forma de estar en américa.

Suele ser común para quienes vivimos en grandes ciudades, experimentar un sentido de arraigo cuando tomamos vacaciones en la playa o en la montaña. La sensación acerca del cambio del ritmo de vida, suele expresarse en la fantasía de cambiar el lugar de residencia para dejar atrás las exigencias que impone el ritmo de vida en las grandes ciudades. El ritmo de vida demanda “ser alguien”, producir, progresar y superarse. Se trata de la demanda capitalista de éxito y progreso. Pero cuando habitamos por unos días otro lugar durante unas vacaciones, parece que nos sentimos más a gusto con esa forma. En esa escena es donde Kusch descubre las similitudes el estar siendo del ciudadano como del indígena.

Parte de la obra filosófica de Kusch está dedicada a pensar la realidad de américa, desde américa y su crisol cultural. Así, uno de los grandes aportes de Rodolfo Kusch es distinguir la necesidad de “ser alguien” como un problema europeo, mientras que “estar siendo” es algo propio de quienes habitamos américa. De esta manera a lo largo de toda su obra describe las diferencias entre el pensamiento ciudadano, propio de quienes viven en la ciudad y el pensamiento indígena de quienes residen en los pueblos. De esta forma se ocupa de la educación, el trabajo, la salud, el arte y particularmente en su libro “El pensamiento indígena y popular en américa” de lo que caracteriza como una economía indígena distinta de la economía ciudadana. Se trata de una economía seminal. Desde su perspectiva la forma de pensar un trabajo para el indígena se asocia a la idea de sembrar una semilla en la tierra con el propósito de que a través del obrar del tiempo, la semilla de su fruto, “como una causa seminal que crece y germina orgánicamente hacia el efecto”. Se trata entonces de una valoración cualitativa del trabajo, antes que cuantitativa a modo de la economía occidental.

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